No soy madrugador. Especialmente no este semestre. Mi primer clase empieza a las 12:30. Por eso, no tengo que levantarme hasta muy tarde por la mañana. De hecho, son las 3:38 de la madrugada cuando escribo este texto. Mas, no tengo sueño. Desafortunadamente, no puedo estudiar más ahora porque he aprendido mucho esta noche y pienso que falta el espacio en el cerebro para otro trozito de información nuevo.
Para mi, es muy fácil acostumbrarme a un ciclo de la vida que empieza y termina unas horas después del ciclo de los demás. Sólo tengo que pasar una noche muy tarde y PUM, todo mi horario biológico está en disorden. Quiero (por lo menos mi cuerpo quiere) seguir dormido hasta muy tarde.
Al otro lado, cuando es necesario levantarme muy temprano día tras día, no suelo a esto sin tratar y tratar de acostarme temprano. Normalmente tengo que trabajar tan duro que cuando regreso a la casa, solamente quiero comer la cena, ducharme y acostarme. Sí pasa. Y es posible mantener este estilo de la vida cuando sé que tengo que levantarme para trabajar el día siguiente. Pero puedo romper con todo si salgo por la noche (o si no duermo hasta muy tarde) porque no tengo que trabajar por la mañana.
Este capítulo no tiene fin excepto fue una idea que escribí en el castellano. Ojalá que escriba con más frecuencia así. No voy a requir un nivel alto de pensamiento para las entradas en mi lengua extranjera.
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